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Histoire de Temps Présent




INTRODUCCIÓN


El movimiento social que estalló en la primavera del año 1968 en Francia, fue un movimiento imprevisible de gran envergadura a nivel internacional, aunque no se trató de un hecho aislado, sino que tuvo diferentes proyecciones en otras partes del mundo.

Si bien todas las revoluciones tienen un contenido utópico, en el Mayo francés esta característica se impone con mayor fuerza que en cualquier otro lugar.

La muerte del Che Guevara en 1967 en Bolivia en su pleno intento de llevar la revolución cubana a toda Latinoamérica, dejó huella con su idealización en las generaciones jóvenes de entonces. Por su parte Mao Tsetung, otro gran icono revolucionario, hacía eco en las mentes de los universitarios con su Revolución Cultural.

Todo esto se plasma en la ilusión de los jóvenes estudiantes de cambiar el sistema, de luchar contra todo tipo de autoritarismo. 

Políticamente el movimiento fracasó, pero sin embargo el movimiento moral, espiritual y cultural triunfa, ya que con la gigantesca protesta se introducen conquistas de enorme peso cuyos efectos han llegado hasta nuestros días: mayor igualdad entre los sexos, respeto por todas las minorías, el derrumbe de las instituciones fosilizadas y el fin de un autoritarismo agobiante en las familias en la educación.




CONTEXTO


La década de los años sesenta supone una época en la que tienen lugar una serie de cambios que afectan a nivel mundial. Se trata de una época en la que se propaga una oposición al imperialismo generalizada, fruto del cambio de opinión acerca de la reciente independencia de territorios coloniales en África, Asia y América Latina; tal y como ocurre con el triunfo de la Revolución Cubana, la creciente y exitosa proliferación de movimientos izquierdistas en America Latina, así como con el movimiento de solidaridad, que aparece en Europa, generado con la guerra de Vietnam.

El mayo francés de 1968 tiene lugar al término de una década que podría destacar por una prosperidad en el ámbito económico; pero, un año anterior se iban manifestando ciertos síntomas de deterioro económico traducido en un elevado número de desempleados; es así cómo, mientras que los jóvenes se consideraban específicamente afectados, el gobierno se ve obligado a llevar a cabo la creación de la ANPE (Agence Nationale pour l´emploi) en el año 1967.

Por otro lado, en 1968 eran dos millones los trabajadores que cobraban el salario mínimo, hecho importante teniendo en cuenta que los sueldos empezaban a bajar y existía una preocupación creciente por las condiciones de trabajo. Se podía presagiar que una crisis industrial fuese a explotar, puesto que  ya en el año 1963 la huelga de mineros había destapado un progresivo declive ineludible de la minería francesa.
Son hechos importantes, puesto que eran las primeras huelgas desde el año 1936 en las que se retomaba la acción de ocupar fábricas.

A las afueras de las zonas urbanizadas, los bidonvilles, unas amplias barriadas de chabolas, que iban creciendo progresivamente desde la década de los 50. Casualmente, el más poblado sería el de Nanterre, que tenía más de 14.000 habitantes, y que se encontraba justo enfrente de la universidad donde surgirían los primeros movimientos de los estudiantes en 1968.

Al mismo tiempo, comienza a surgir en la población un cierto rechazo a la policía (CRS) por diferentes acontecimientos que habían tenido lugar no muy atrás en el tiempo: el asesinato de 200 manifestantes pacíficos argelinos en París en 1961, hecho muy silenciado por lo medios de comunicación; la aparición de una corriente de estudiantes radicales que se manifiestan contra la actuación policial mediante organizaciones engendradas recientemente, el Comité Anticolonialista y el Frente Universitario Antifascista; las muertes en la manifestación en febrero de 1962 de unos militantes del Partido Comunista Francés y de la Confederación General del Trabajo. Como consecuencia de todo esto, surge un desplazamiento de radicalización hacia la izquierda de movimientos universitarios como la U.N.E.F. (Unión Nacional de Estudiantes de Francia) así como la aparición de otros muchos: Comité Vietnam Base y Comité Vietnam Nacional.

Sin embargo, al igual que se produce esta radicalización a la izquierda, también surgen movimientos ultraderechistas que chocarán con el resto de movimientos estudiantiles y obreros de izquierdas, tales como Occident, Ordre Nouveau o Jeune Nation, quienes abogaban por la Argelia francesa como la OAS.

En el ámbito de la política, la figura que protagonizará los sucesos de mayo, Charles De Gaulle, había sufrido un gran desgaste en parte por la manera en la que había accedido al poder diez años antes.

Otro de los pilares del movimiento social, los obreros franceses, va a experimentar al igual que los estudiantes una fuerte radicalización, lo que supone un distanciamiento de sindicatos mayoritarios como la Confederación General del Trabajo.  Además de las huelgas violentas y las ocupaciones de fábricas que van a llevar a cabo, como ya he mencionado anteriormente, a partir de 1961, destacando la de la minería. Entre las últimas, en diciembre de 1967 la llevada a cabo por los obreros de Rhodiaceta de Lyons y Besançon y la de enero de 1968 con los disturbios en Caen.

Sin duda alguna, el hecho más importante para que los acontecimientos tengan lugar de la manera que tuvieron, fue la estrategia llevada a cabo por los estudiantes y los intelectuales: comenzaron a acercarse a los conflictos obreros en su actividad militante, ya fuese trabajando en las fábricas o reuniéndose en las casas de los obreros, al margen de los sindicatos. Es de esta forma como se va a asentar el cimiento de las agitaciones francesas de 1968.



ORIGEN


El Mayo de 1968 tiene como protagonistas a unos actores con un guión bastante diferente pero con el objetivo de producir una misma película.

La mayoría de los manifestantes asumieron causas de izquierdas, como el comunismo, un agudo rechazo a la guerra de Vietnam, el anarquismo o el situacionismo, pensamientos que marcaran el espíritu del Mayo francés.
Se trataba de una oportunidad para cambiar la sociedad desde ámbitos educativos hasta morales. Si bien una parte importante del movimiento lo que hacía era criticar la sociedad occidental en sus fundamentos, pese a que el marxismo revolucionario fuese la ideología más extendida, el pensamiento que guía el movimiento no fue otro que el situacionismo, más cercano al anarquismo, que rompería con los patrones hasta entonces de la sociedad, tratando de eliminar cualquier forma de autoritarismo.

Como detonante una guerra ilegal e injusta, un Tercer Mundo recién liberado y con una aguda miseria, el ámbito internacional partido en dos bloques amenazándose con el suicidio nuclear junto con unas sociedades recién salidas del nido con corrientes antiimperialistas, anticapitalistas, troskistas… Además, se concentraban un conjunto de causas que agravan la situación: el progresivo crecimiento de la población estudiantil, los insuficientes fondos destinados a éstos, la masificación, la falta de medios así como la imposibilidad de dar salida laboral dada la gran proliferación de licenciados unido a la represión de la policía en las protestas les hizo explotar.

Desde la primavera de 1967, en la ciudad universitaria de Jussieu, tras las reformas en el ámbito de la educación con el plan Fouchet, los estudiantes habían abolido durante semanas radicalmente el reglamento. En Nantes a partir de noviembre de ese mismo año, los estudiantes tras apoderarse de la sección local de la U.N.E.F., deciden el cierre de la Oficina de Orientación Académica Universitaria (B.A.P.U.), después llevan a cabo una invasión de las residencias universitarias: chicos en la de chicas y viceversa, y en febrero de 1968 ocupan el rectorado de Nantes enfrentándose duramente con la policía.
En Nanterre, tiene lugar la formación del grupo Enragés (rabiosos), con motivo de la lucha contra la presencia policiaca en ese campus. Hicieron fotografías de los policías de paisanos, las cuales fueron paseadas en pancartas el 26 de enero de 1968 por el interior de toda la facultad. Este hecho, a petición del Decano Grappin, propicia la intervención de policías en uniforme que se disolvieron tras un breve enfrentamiento. Al grupo inicial de los Enragés se le había unido otros cien estudiantes más, todos militantes de izquierdas. Prosiguen con su misión, con el acuerdo de la Internacional Situacionista, empezando a interrumpir clases. Estas acciones son mal vistas por los miembros de la U.N.E.F., quienes intentan proteger hasta a los profesores. Comenzaba así a haber una cierta agitación política acerca de los escándalos que el grupo protagonizaba. Sin embargo, éstos prosiguen con su plan y empiezan a repartir octavillas con canciones críticas dedicadas al Decano, produciendo aún más revuelo con la ocupación de residencias universitarias el 14 de febrero.

En marzo de 1968 en París, durante una manifestación que había sido convocada por el Comité Vietnam Nacional apoyando al pueblo vietnamita, la sede de American Express es apedreada por los manifestantes y por ello, seis estudiantes son arrestados. Por ello, el 22 de marzo, los grupos izquierdistas, como protesta contra el requerimiento en París de los seis militantes anti-imperialistas,  invaden el edificio administrativo y llevan a cabo una asamblea en la sala del Consejo de la facultad.  En este acto cuyo fin era constituirse como un núcleo organizado y fuerte de todos los grupos izquierdistas, tiene lugar la escisión del movimiento de los Enragés con respecto al resto, yendo a partir de ahora contra ellos. 
Un mes después, el 22 de abril, 1500 estudiantes asisten a una nueva protesta en Nanterre en contra de la detención de un grupo de estudiantes del Comité Vietnam Nacional, quienes habían sido acusados de atentar contra empresas estadounidenses.  El 28 de abril, el Decano de la Facultad, Grappin, ordena su cierre mientras que los estudiantes anuncian sus intenciones de boicotear los exámenes parciales, produciéndose enfrentamientos con miembros de la Federación Nacional de Estudiantes de Francia, de ideología de derechas, quienes asaltaron la universidad el 2 de mayo y  acusan a los estudiantes movilizados de ser unos terroristas. Paralelamente, otro grupo ultraderecha, llamado Occident, marchan por el Barrio Latino de París a fin de contrarrestar el crecimiento del movimiento que se estaba generando.

El cierre de la universidad y la decisión anunciada de diferir al día 6 de mayo a Daniel Cohn- Bendit, a Riesel y a otros agitadores de Nanterre, ante la comisión de instrucción del Consejo de la Universidad de París, dio lugar a una mayor extensión de la protesta entre los estudiantes de París.
El “Movimiento del 22 de marzo” y la U.N.E.F. convocaron para el viernes 3 de mayo a un mitin en el patio de la Sorbona de París a todos los estudiantes, una vez que las fuerzas del orden  impiden una manifestación antiimperialista el 2 de mayo.

CONCLUSIONES
 
Los estudiantes necesitaban del movimiento obrero para generalizar la protesta y dar mayor alcance social a sus aspiraciones, pero en realidad nunca hubo una verdadera complicidad entre los estudiantes y los obreros. 
Nunca existió una coordinación de ideas y tácticas en la etapa más crucial del proceso. El PCF (Partido Comunista Francés) creía que su poder se incrementaría en las elecciones, y no quería más revuelta, así que los sindicatos ayudaron a pacificar a los trabajadores. Pese a que los sucesos ocurrieron muy rápido y la clase trabajadora se animó ante la alegría y la valentía que estaban demostrando los estudiantes, esa desorganización y la existencia de desacuerdos, hizo que la posibilidad de alcanzar su objetivo no llegase.
Además, la relativa calma social que existió en Francia durante los años 1963 y 1967 propició, en cierta manera, un inmovilismo sindical y patronal lo que desembocó en una gran acumulación de problemas con difícil solución.

Aunque los acontecimientos del 68 comenzaron en Nanterre y en el Barrio Latino, no toman una mayor relevancia hasta que al movimiento estudiantil se le suma la crisis social. Sin embargo, lo que ha quedado en la memoria de la gente gira en torno al movimiento estudiantil y su espíritu, cuando lo que verdaderamente había puesto en peligro al sistema establecido fueron las paralizaciones de las empresas y la subversión al orden laboral.

«Lo importante es que se haya producido cuando todo el mundo lo creía impensable y, si ocurrió una vez, puede volver a ocurrir», Jean-Paul Sartre



EL MAYO DESDE OTRA PERSPECTIVA


Los medios de comunicación

El papel que ejercen los medios de comunicación durante los sucesos del mayo francés, fue muy importante por varias razones. En primer lugar, por la posibilidad de llegar a un gran público mediante imágenes gracias a la televisión, que supuso un gran impacto de imágenes de las manifestaciones, las barricadas y las cargas policiales causando en el espectador una concienciación de la situación, en algunos casos haciendo que la gente se animara a participar. 

Por supuesto, debe tenerse en cuenta el peso del gobierno sobre los medios de comunicación.

Sin embargo, para el gobierno no tuvo tan buenos resultados, el general De Gaulle retomó los discursos radiofónicos en detrimento de los malos resultados que había logrado con sus intervenciones televisivas, donde evidenció su envejecimiento físico.

En cuanto a los medios de comunicación escritos, los protagonistas del 68, no conformes con lo que anunciaban los medios convencionales, generan publicaciones alternativas que empleaban canales de distribución no comerciales como es el caso de los fanzines; pero, tomarán una mayor relevancia como vehículo de expresión y de representación de la acción directa los dazibaos o las pintadas callejeras.


El cine del 68

A lo largo de la década de los 50 aparecen la Nouvelle Vague y el Cinema Verité, grupos de cineastas franceses que rompen con las estructuras que el cine imponía hasta ese momento cuya máxima aspiración no era lograr una plena libertad de expresión, sino que también en cuanto a la técnica en el campo de la producción de películas. Dentro de estos grupos destacan figuras como François Truffaut, Jacques Rivette, Éric Rohmer, Claude Chabrol y Jean-Luc Godard. En la figura de éste último destaca su película de 1967 La Chinoise, en la que de un modo retrospectivo, se anticipa a los acontecimientos que tendrán lugar un año después de un modo bastante fiel.




La búsqueda de nuevos espacios y modos de hacer de la insurrección afectó con igual intensidad a las prácticas cinematográficas. Las manifestaciones y ocupaciones de fábricas y facultades fueron filmadas por documentalistas muy próximos a los protagonistas, aprovechándose todas las posibilidades del medio para registrar las luchas, cuestionando al tiempo, a las formas y a los modelos heredados.

Las películas que se ruedan en mayo recogen, desde su filmación cámara en hombro, todas las prácticas políticas llevadas a cabo por los protagonistas de lo que ha sido y es uno de los mayores movimientos reivindicativos que ha movilizado a una gran cantidad de gente y ha hecho temblar a más de un gobierno, exaltando los principios que irrumpieron en mayo: la autonomía, la superación de las fronteras sociales, el surgimiento de nuevas subjetividades, la negación de toda forma de representación ya sea política, sindical o intelectual.

Surgen así iniciativas cinematográficas que proponen alternativas a la noción de autoría, como los trabajos colectivos desarrollados por los grupos ARC o Dziga Vertov con proyectos como Le droit à la parale o Un film comme les autres. Incluso optan por un radical anonimato como es el caso de los ciné-tracts o cine-octavillas que consistían en unos sencillos y breves cortometrajes de entre dos y cinco minutos de duración que estaban destinados a “oponerse, proponer, sorprender, informar, interrogar, afirmar, convencer, gritar, reír, denunciar y enseñar”. Se trataba de una anónima labor de contrainformación tras la que se encontraban personajes como Alain Resnais, Jean- Luc  Godard o Chris Marker entre otros.




Éste último estimuló el nacimiento de los grupos Medvedkin, grupos constituidos por obreros que rodaron películas militantes, donde éstos reflexionaban acerca de su condición sin estar mediados por la mirada del profesional. Se trata de una serie de films que se oponen a cualquier valor mercantil, que buscaban canales alternativos de difusión y que pretenden generar debate, que además evitan cualquier didactismo saliéndose de un modelo documental convencional para dar rienda suelta a la experimentación. Películas como Classe de lutte o Nouvelle societé.